“Lorenzo” no se concentra en el concurso de baile (auspiciado por las queserías de Vista Hermosa). Tiene la verdad entre dientes y el tiempo en su contra. Laura percibe que algo le pasa y él la llama para salir de la fuente de soda. Tiene algo que decirle.

Carlos está decidido a confesarle todo a su princesa. Ya no tiene miedo del rencor que puede despertar en ella la mentira que le hizo vivir por tanto tiempo, aunque no sabe cómo va a reaccionar.