En el capítulo 23 de Atrapados 133, Carabineros debió enfrentar un complejo procedimiento. Un delincuente, tras ser sorprendido vendiendo droga, tuvo la intención de evadir un control policial e intentó atropellar a un funcionario.
Debido a lo ocurrido, el uniformado hizo uso de su arma de servicio, lesionando al sujeto en el abdomen. Ante las heridas, fueron los propios carabineros quienes le prestaron los primeros auxilios hasta la llegada de personal de salud.
Luego, una familia vivió un momento de terror mientras cenaba al interior de su hogar. Desconocidos llegaron hasta el exterior del domicilio y, sin amenazas ni robos, abrieron fuego contra el vehículo.
Persecuciones policiales
Las persecuciones también fueron parte del episodio. El primero ocurrió en un sector de la capital, donde dos desconocidos huyeron por largos minutos del personal policial, los que finalmente lograron dar con ellos una vez se vieron acorralados con una feria libre.
Mientras que en la comuna de La Florida, cuatro sujetos se dieron a la fuga tras un control vehicular. En un vehículo con encargo por robo, los antisociales recorrieron varias comunas en su huida hasta que, en su intento de escapar, chocaron con dos vehículos. En uno de ellos iba un bebé de solo meses que resultó sin lesiones.
El capítulo también tuvo momentos emotivos, como el parto que llevaron adelante funcionarias de Carabineros a una madre en su domicilio, y el retiro de Flipper, perro del OS7 que, luego de 8 años de servicio, dejó sus labores para vivir con su guía.