"Hoy va a ser un gran día" es la frase con la que Carlos Russo comienza sus mañanas. Un dicho que para muchos puede repetirse sin mayor sentido, pero que para este deportista es clave. Durante cinco años esperó un trasplante de corazón y pulmones, por eso hoy agradece cada instante que le regala la vida. 

Carlos, como el futbolista profesional que era, estaba acostumbrado a jugar 90 minutos y luego celebrar o pasar las penas que conlleva este deporte. Pero el 2008 un particular encuentro marcó su vida. “Estaba en un partido y sentí una molestia en el corazón pero no le llevé el apunte. Enseguida empecé a sentirme raro. Primero fue un ardor muy fuerte en el pecho, después electricidad en las piernas”, comentó a un medio argentino. Después de unos minutos, el panorama fue desolador:  "Parece que te dio un infarto, ¿cuántos años tenés?”. Carlos contestó: “25”. Entonces, la historia de complicaciones médicas comenzó a escribirse. Hasta ese entonces, Carlos era un hombre sano. Tras ese episodio, el corazón del joven comenzó a funcionar sólo a un 30% de su capacidad.  

Un tiempo después, Carlos volvió a vivir una conflicto médico. Fue ahí cuando el panorama fue más desolador, en esta ocasión el diagnóstico aseguraba que necesitaría un trasplante de corazón. Tiempo después a este trasplante del órgano principal del cuerpo, se le sumaría la necesidad de contar con nuevos pulmones. Pero, pese a todos, Carlos debía seguir. 

 

El amor de Carlos

La vida de Carlos continuó con un dejo de duelo. Ya no brillaba como el deportista que era antes hasta que una mujer iluminó sus días. Se trataba de Paula Otheguy. La joven mejoró sus mañanas, pero frente a esta situación, Carlos se mostró asustado. Enamorarse era complicado porque sabía que su futuro era incierto. Pero, aunque penso en alejarse, no pudo hacerlo. Paula ya había transformado su vida. Ya era imposible dejar atrás la historia. Entonces, cuando todo se había vuelto color de rosa, a Paula le encontraron un tumor maligno. Carlos, por su parte, semanas después sufrió un desmayo que dejó al descubierto la urgencia de conseguir un trasplante. Pero, ahí estaban ambos para apoyarse. 

 

El trasplante de Carlos 

Apareció un donante y una luz de alegría volvió a iluminar la vida de Carlos y de su pareja. Se realizó la operación, la que era poco común al tratarse de un trasplante de corazón y pulmones a la vez. Entonces Carlos realizó una las acciones más importantes de su vida, agradecer al donante. 'Si estás acá, si me estás escuchando, te agradezco con todo mi corazón. Te voy a cuidar tus órganos, tengo una vida plena con Paula, y gracias a vos la voy a disfrutar", aseguró.

La posibilidad de contar con órganos sanos transformó la vida de Carlos. Luego de que pasaran once meses del trasplante, la pareja se casó. Lo mejor es que, contra todo pronóstico, Paula logró quedar embarazada. Y esto no fue todo, Carlos volvió a enamorarse del deporte. Después de un tiempo formó una escuela deportiva para niños y adultos trasplantados. Comenzaron de a poco y este año participaron en los Juegos Latinoamericanos para Deportistas Trasplantados. El ex futbolista, en aquella instancia, representó a Argentina en tre disciplinas, badminton, voley y lanzamiento de bala. 

¡Sin duda la historia de Carlos es inspiradora! Y porque queremos que hayan más personas que puedan volver a disfrutar su vida tras un trasplante, es que te invitamos a conversar en familia sobre tu voluntad de donante. Expresa aquí tu voluntad y ¡se parte de la causa Cumple mi Deseo