Era Diciembre 2017 cuando Carlos Cabello se reunió con sus amigos de infancia para celebrar el fin de año. Pero, el destino tenía una jugada que nadie imaginaba. Por un accidente doméstico, tres días después de la mítica reunión, el joven falleció. Sin duda un episodio que marcó a la familia de quien, en ese entonces, tenía solo 34 años. Pero, aún sintiendo la pena que parece ahogar en las instancia de un deceso, es que ellos optaron por una de las decisiones más importantes que han tomado, respetar la voluntad de donante de Carlos y ¡transformarlo en un héroe! 

"Carlos siempre había dicho que si le pasaba algo, el quería ser donante de órganos. Nosotros no teníamos más que respetar su voluntad y lo hicimos con mucho amor", nos cuenta César, su hermano. "Nos sentimos orgullosos de que el haya podido ayudar a alguien". El hombre además cuenta que, por averiguaciones personales, contactó a quién recibió el corazón de Carlos y que se siente feliz de haber podido mejorarle la vida. "Es un momento difícil el de la decisión, pero también nos rindieron un pequeño homenaje con una carta que nos enviaron del MINSAL agradeciéndonos por el gesto. Esta ayudó a mi mamá a trabajar la pena", asegura. 

De esto ya ha pasado casi un año. El próximo mes llega la última instancia del año donde nosotros recordamos con más fuerza a mi hermano. "Nunca nos hemos cuestionado ni arrepentido de haberle dicho sí a la donación de órganos. Tras esto, a diario como familia ratificamos nuestra opción de ser donantes"