En el capítulo 22 de Atrapados 133, Carabineros asiste a una fiscalización de un casino clandestino en San Bernardo y se encuentra con grandes sorpresas.
El equipo policial ingresa al recinto donde hay varios clientes jugando a las máquinas y, luego de empadronarlos a todos, les piden que abandonen el lugar.
Posteriormente, comienzan a revisar y se encuentran con que en la bodega había mucho alcohol y, por supuesto, no tenían la patente para venderlo.
Vecinos atacan a Carabineros
Rápidamente, empiezan a incautar las bebidas alcohólicas y descubren algo más, en el patio había una desarmaduría de autos robados.
En el exterior se comienza a armar una trifulca por parte de los vecinos, no porque querían defender a los dueños del casino, sino que porque querían sustraer el alcohol incautado.
Carabineros pide apoyo a otros móviles y cuando ya está todo más calmado, deciden retirarse para no provocar más problemas.