Una jornada marcada por la violencia y la tragedia tuvo la tarde-noche del jueves en los alrededores del Estadio Monumental, luego de que dos hinchas resultaran fallecidos en la previa del encuentro entre Colo Colo y Fortaleza de Brasil por Copa Libertadores.
Una avalancha y la muerte de dos hinchas
En medio de un confuso incidente, un grupo importante de fanáticos de los Albos intentó entrar a la fuerza al recinto deportivo a través de la Casa Alba, botando una serie de vallas papales.
En ese contexto, personal de Carabineros desplegó un operativo para evitar el ingreso a la fuerza de los hinchas, lo que provocó el descontrol y la caída de una valla papal del segundo anillo de seguridad sobre dos personas.
De acuerdo a la versión policial, un niño de 13 años y una joven de 18 años fueron aplastados producto de la propia estampida generada por los fanáticos que trataban ingresar a la fuerza. No obstante, testigos apuntan a un carro lanzagases de Carabineros que, en su labor por disolver los incidentes, pasó por encima de la reja.
Bárbara Pérez, hermana de la fallecida Martina Riquelme, comentó que "el zorrillo vio a mi hermana y la pasó a llevar. Quedó aplastada bajo la reja", quien además aseguró que "venía con entrada en mano y carnet".
Ambas víctimas fueron trasladadas a la Clínica Bupa, en donde una falleció al llegar y otra perdió la vida horas después.
Partido cancelado
Al minuto 69 del encuentro, integrantes de la barra brava de Colo Colo, Garra Blanca, rompieron los acrílicos de la galería e ingresaron a la cancha, lo que desató que futbolistas de ambos equipos se fueran rápidamente a los túneles de acceso y que el encuentro fuera cancelado.
Según dio a conocer Gustavo Huerta en Mucho Gusto, indicó que los dos carabineros que operaban el vehículo policial están en calidad de imputados.
Además, la misma noche del jueves, la encargada de Estadio Seguro, Pamela Venegas, presentó su renuncia al ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero.