Cuando lo que das no vuelve: Ceres y la frustración del amor no recíproco
Te esfuerzas en cuidar. En estar presente. En preguntar cómo está la otra persona antes de que se lo pregunte a sí misma. Llenas vasos que no te devuelven ni una gota. Das cariño como quien riega un jardín esperando que brote algo… y no brota nada.
¿Y si no estás dando desde el amor, sino desde el hambre?
¿Y si tu forma de amar está teñida por el vacío?
La astrología no solo muestra qué quieres, sino desde dónde lo estás queriendo. Y si hablamos de dar, de maternar, de nutrir y ser nutrido, hay un cuerpo celeste que grita desde la raíz: Ceres.
¿Quién es Ceres y por qué habla tanto de ti?
En la mitología, Ceres (Deméter para los griegos) es la diosa de la cosecha, pero también de la pérdida. Madre de Perséfone, que es raptada por Hades, Ceres representa el arquetipo del cuidado… y el duelo por lo que no puede retener.
En astrología, Ceres muestra tu manera de cuidar y cómo necesitas ser cuidado. También señala qué tipo de nutrición emocional aprendiste a dar… y a veces, a mendigar.
Quien tiene a Ceres fuerte o aspectada a planetas personales, suele ser generoso, contenedor, protector. Pero cuando esa energía está herida, puede caer en el patrón de dar sin límite, esperando una reciprocidad que nunca llega. No es amor lo que se entrega, sino necesidad disfrazada.
¿Cómo saber dónde está Ceres en tu carta natal?
Para encontrar a Ceres en tu carta, necesitas levantar tu carta natal completa, con fecha, hora y lugar exactos de nacimiento. Puedes hacerlo de forma gratuita en sitios como carta-natal.es o astro-seek.com, asegurándote de seleccionar la opción que incluya asteroides. Una vez cargados tus datos, busca en la tabla de posiciones planetarias el símbolo de Ceres: una hoja de hoz para cortar el trigo o espiga (porque es la diosa de las cosechas). Ahí verás en qué signo zodiacal se encontraba en el momento de tu nacimiento, y en qué casa astrológica está ubicada.
Ese signo revela cómo das y recibes cuidado; y la casa, en qué área de tu vida se activa ese patrón. Por ejemplo, Ceres en Libra puede dar de forma armónica, pero temer perder el equilibrio si no recibe lo mismo. En la Casa 7, esto se expresa principalmente en relaciones de pareja o vínculos significativos.
[relacionados]Posicion Widget[/relacionados]
Dar desde la carencia: cómo reconocerlo en ti
Cuando das desde la carencia, no estás ofreciendo lo que te sobra. Estás entregando lo que tú mismo necesitas, esperando que al darlo… vuelva. Como quien lanza una cuerda al pozo esperando que alguien la recoja desde abajo.
Se ve en frases como:
-
“Después de todo lo que hice por ti…”
-
“Solo quiero que me amen como yo amo”
-
“Siempre estoy para todos, pero cuando necesito algo, nadie está”
Y ahí está el dolor: no en dar, sino en esperar que el otro lo devuelva de la misma forma.
Tu carta natal puede mostrar este patrón si Ceres está:
-
En aspecto tenso con Venus, la Luna o Quirón.
-
En signos como Piscis o Cáncer, sin apoyo de límites claros (Saturno, Marte).
-
En Casas de vínculos (la 4, la 7, la 8 o la 12).
-
O si está retrogradando: el ciclo de nutrición se vuelve hacia adentro, pero muchas veces se proyecta hacia afuera buscando desesperadamente recibir.

¿Qué parte de ti está pidiendo amor cuando das?
La trampa de Ceres herida es creer que tu valor está en lo que haces por el otro. Que si cocinas, acompañas, salvas, sostienes, entonces mereces ser amada.
Pero el otro no está recibiendo amor: está recibiendo la presión de llenar un hueco que no provocó.
Dar por miedo a que te abandonen no es amar. Es controlar. Es pedir sin pedir. Es manipular desde el vacío.
Y sí, da rabia cuando no vuelve lo que diste. Pero más que rabia, es una oportunidad: de ver tu herida, no tu falta.
Cómo empezar a sanar: cortar el ciclo sin dejar de amar
1. Pregúntate: “¿Estoy dando desde el deseo o desde la necesidad?”
Antes de decir que sí a otra persona, pregúntate si estás diciéndote que no a ti.
2. Haz journaling con esta frase:
“Cuando doy sin recibir, lo que más me duele es…”
Escribe sin filtro. Deja que tu dolor hable. Lo que aparece ahí es el núcleo de tu Ceres herida.
3. Ritual simple de corte
Escribe una carta simbólica a alguien que no te devolvió lo que diste. No necesitas enviarla. Quémala con intención: no para vengarte, sino para liberarte de esa versión tuya que dio por desesperación.
4. Afirma frente al espejo:
“Mi valor no depende de cuánto doy, sino de cuánto me honro.”
Dila todos los días. Incluso cuando no la sientas cierta. Sobre todo entonces.
5. Revisa tu carta natal y trabaja con tu Ceres
¿En qué signo está? ¿En qué casa? ¿Hace aspectos con otros planetas? Cada dato te contará dónde aprendiste que el amor es algo que se gana y cómo puedes reaprender que el amor también se recibe… sin sacrificio.
El cuidado real no agota, nutre
Cuando das desde la plenitud, no te vacías.
Cuando das sin miedo a que te dejen, no te traicionas.
Y cuando dejas de dar para ser amada, y empiezas a darte amor primero, aparece un milagro:
La reciprocidad deja de ser una espera. Se convierte en una consecuencia.
¿Y si no vuelve lo que das? Tal vez no tiene que volver.
Tal vez el ciclo se cierra ahí, y tu cosecha empieza por fin.
Leer más de
