Siempre das el primer paso y también el último: Marte y el peso de hacerlo todo
Hay personas que no pueden evitarlo: hacen lo que nadie más hace. Resuelven. Dan el primer paso. Ponen el cuerpo. En las relaciones, en el trabajo, en la vida. La frase “si yo no lo hago, nadie lo hace” se vuelve su dogma y también su condena. Así avanza Marte en una carta natal, como una llama que alumbra el camino y, al mismo tiempo, consume todo el oxígeno de quien la sostiene.
El planeta Marte no solo representa acción, impulso y deseo. También revela con crudeza cómo peleas, cómo defiendes lo tuyo, dónde te quemas por los demás y qué batallas estás acostumbrado a dar incluso cuando no te corresponde. A veces, el Marte natal está tan activo, tan cargado, que convierte a una persona en rescatista emocional, en iniciadora crónica, en quien siempre recoge los platos rotos después del naufragio.
Este texto no es para quienes esperan. Es para ti, que haces. Que amas como si de eso dependiera el mundo. Que levantas los escombros de vínculos que ya deberían haber sido demolidos. Y te preguntas por qué estás tan cansado. Es porque estás siendo Marte para todos, incluso para quien no ha movido un dedo.
El Marte natal: tu motor interno… ¿y tu trampa?
Marte es el planeta de la acción, sí. Pero no cualquier acción. Habla del fuego que te empuja a actuar antes de pensar. En tu carta natal, el signo donde se ubica Marte indica tu estilo de lucha, tu forma de tomar iniciativa y también, con qué tipo de vínculos sueles engancharte emocionalmente. Porque no todo el mundo se siente llamado a salvar a otros. Tú sí. Y ahí hay algo que no estás viendo.
Marte en Aries o en Capricornio, por ejemplo, tiende a cargar con la responsabilidad de todo. Son signos que asumen el deber como si fuera una extensión de su piel. Marte en Cáncer o en Piscis, en cambio, pelea por amor, por cuidado, por sostener vínculos que ya no funcionan, desde la herida más que desde la convicción. Y Marte en Libra… bueno, ese se agota tratando de complacer, de evitar conflictos, hasta que explota en soledad.
La casa astrológica en la que se encuentra Marte también muestra dónde te esfuerzas demasiado. ¿Está en Casa 7? Te rompes intentando que una relación funcione. ¿Casa 6? Lo das todo en el trabajo, incluso cuando no te reconocen. ¿Casa 4? Eres quien sostiene a la familia, incluso cuando no hay nadie que te devuelva el favor. Así, el Marte natal se transforma en una cruz invisible que te acostumbras a llevar.
[relacionados]Posicion Widget[/relacionados]
Cuando el hacer se vuelve agotamiento
La trampa está ahí: crees que actuar es lo que te mantiene a salvo. Pero en realidad es lo que te desgasta. No sabes quedarte quieto porque eso te haría sentir inútil, prescindible, reemplazable. Por eso das el primer paso… y también el último. Sostienes el diálogo. Inicias la reconciliación. Haces la primera llamada. Tomas la decisión difícil. Y te preguntas por qué siempre terminas sintiendo soledad, cansancio o incluso rabia.
Marte también se expresa como rabia acumulada. Porque el Marte no escuchado grita. Se manifiesta como jaquecas, insomnio, tensión muscular, discusiones que revientan de la nada. Es la frustración de darte cuenta de que siempre das más de lo que recibes. Y lo más cruel: nadie te lo pidió. Fuiste tú quien lo eligió. Por impulso. Por costumbre. Por miedo a que se rompa todo si tú no lo sostienes.
El tránsito de Marte por tu carta natal también puede activar esta sensación de agotamiento. Si está en conjunción a tu Luna, emociones explosivas. Si forma cuadratura con tu Venus, tensión en relaciones. Si se opone a tu Saturno, agotamiento físico y mental. Por eso es fundamental observar cómo Marte se mueve por el cielo. Porque hay días donde solo necesitas dejar de hacer y permitir que las cosas caigan por su propio peso.

¿Cómo salir del bucle?
La salida no es dejar de hacer. Es hacer distinto. Es no responder de inmediato. No ofrecerte como salvavidas sin haber sido llamado. Es reconocer que el mundo sigue girando aunque tú no muevas un dedo. Que si no escribes ese mensaje, quizás no lo recibirías nunca. Y que eso, aunque duela, también es una forma de verdad.
Revisar tu Marte natal te puede mostrar cómo has aprendido a vincularte desde la urgencia y la acción. Puedes trabajar con afirmaciones como: “No tengo que hacer todo para ser valioso”, “Mi presencia no depende de mi utilidad”, “Estoy a salvo, incluso si no actúo”. Y también, comenzar a reconocer cuándo ese impulso que sientes viene del amor y cuándo viene del miedo.
Porque sí, a veces dar el primer paso es un acto de valentía. Pero dar el último cuando ya no queda nada que hacer… eso sí que es rendirse ante una dinámica que nunca fue justa.
Leer más de
