Cuando lo que das no vuelve: Ceres y la frustración del amor no recíproco
Te enseñaron que amar era entregar. Que quien más ama, más sufre. Que si das suficiente, el otro algún día entenderá y se quedará. Pero no te contaron qué pasa cuando todo lo que das cae en un pozo sin fondo. No te advirtieron que el hambre emocional no se sacia llenando al resto. Que dar, sin reciprocidad, no es generosidad… es desgaste.
En astrología, Ceres habla de nutrición. No de comida ni de dietas, sino de cómo das y recibes cuidado. De cómo ofrecías tus juguetes para que se quedaran a jugar contigo. De cómo aprendiste que amor era renuncia. Y de cómo, si no lo sanas, seguirás esperando migajas y creyendo que es banquete.
El amor no recíproco duele porque te hace dudar de tu valor. Pero no es tu culpa. Solo estás repitiendo un ciclo. Y entender tu Ceres puede ser el primer paso para cortarlo.
¿Qué es Ceres en astrología?
Ceres es un asteroide y, simbólicamente, una madre herida. Representa el acto de nutrir, cuidar y sostener. Habla de lo que aprendiste en la infancia como sinónimo de amor: ¿te cuidaban? ¿Te abandonaban emocionalmente? ¿Te daban para luego quitar?
Tu signo de Ceres revela cómo expresas el cariño y cómo lo esperas de vuelta. También muestra dónde puedes quedarte vacíe por seguir llenando al resto. Y es aquí donde comienza la frustración del amor no recíproco: dar desde la falta.
Dar desde el hambre y no desde la plenitud
Hay una diferencia abismal entre compartir desde la abundancia y entregar esperando aprobación. Si tu manera de dar es hacer favores sin que te los pidan, perdonar cosas que te lastiman o acomodarte siempre para no incomodar, probablemente estés nutriendo desde una carencia.
Esto no solo te agota. También atrae relaciones en las que te exigen más de lo que pueden o quieren devolverte. Y como Ceres también muestra tus patrones de apego, si no lo observas, repetirás la misma historia con diferentes nombres.
[relacionados]Posicion Widget[/relacionados]
Ceres en signos de agua (Cáncer, Escorpio, Piscis)
Cuando Ceres está en un signo de agua, el cuidado se vuelve emocional, profundo, casi intuitivo. Puedes amar sin palabras, comprender sin que te lo pidan, entregarte sin reservas. Pero si no hay reciprocidad, ese amor se vuelve sufrimiento. Das demasiado esperando que el otro te lea, que te cuide como tú lo cuidas. Y te frustras cuando no sucede.
Sanar este patrón implica aprender a poner límites y a expresar lo que necesitas. No todo el mundo sabe intuir como tú. Y no por eso te quieren menos. Es momento de dejar de pensar que amor es sacrificio.
Ceres en signos de tierra (Tauro, Virgo, Capricornio)
Cuidar se vuelve algo tangible. Preparas comida, organizas la vida del otro, pagas cuentas, haces trámites. Pero a veces sientes que nadie valora lo que haces. Que si no haces todo, nada funciona. El problema es que tu forma de amar se confunde con la de cargar. Y terminas siendo más madre que pareja.
Para cortar ese ciclo, debes dejar de demostrar amor resolviendo todo. Quien te quiere, también puede cuidar de ti. La reciprocidad no siempre se ve igual, pero debe sentirse justa.

Ceres en signos de fuego (Aries, Leo, Sagitario)
Tu cuidado es impulsivo, activo, lleno de acción. Defiendes, motivas, alientas. Pero si no recibes esa misma pasión de vuelta, te aburres o te frustras. Puedes darlo todo… hasta que sientes que lo tuyo no importa. Entonces te apagas, te alejas, y nadie entiende por qué.
La clave para ti es pedir lo que necesitas, sin asumir que el otro lo sabe. Deja de exigirte sostener el vínculo tú solo/a. Quien quiera estar, también debe poner de su parte.
Ceres en signos de aire (Géminis, Libra, Acuario)
Cuidar se vuelve comunicación, presencia mental, estar para conversar. Das consejos, compartes ideas, escuchas más de lo que parece. Pero muchas veces te toca personas que quieren tu atención pero no te escuchan a ti. O relaciones que solo funcionan si tú las mantienes interesantes.
Romper este patrón requiere aprender a quedarte donde también te escuchan, donde no necesitas esforzarte tanto por mantener la conexión. El amor no debería sentirse como una exposición constante.
¿Cómo cortar el ciclo?
-
Reconoce tus patrones. ¿Das para recibir? ¿Te vacías esperando llenar al otro?
-
Aprende a identificar la reciprocidad. No es que todo deba devolverse igual, pero sí debe sentirse justo.
-
Crea nuevos límites. No todo gesto de amor es cuidar. A veces, es dejar de cuidar para cuidarte tú.
-
Haz el duelo. Sí, duele soltar vínculos que sostenías tú solo/a. Pero también libera.
Regálate lo que siempre diste. Eso que esperas, dáselo a tu yo de ahora. Sin excusas.
Leer más de
