El sedentarismo, el enemigo silencioso, mata a cinco millones de personas en el mundo al año y es el segundo factor de riesgo de muerte, que afecta al 40% de la población mundial. Además, es altamente incidente en el desarrollo de diversos males.

En nuestro país un 10% de las enfermedades crónicas no transmisibles están asociadas a este estado de vida inactivo.  ¿Quieres saber cuáles son? Revisa el siguiente listado.

Diabetes: Si bien esta enfermedad tiene algunos factores genéticos, muchas de sus causales provienen de mala alimentación, el sobrepeso y el sedentarismo. Por eso, para evitar inconvenientes con la regulación del azúcar en la sangre, característico de este mal, es bueno ser una persona activa. Además, una persona con diabetes tiene alto riesgo de tener problemas al corazón, daño en variados órganos del cuerpo y ceguera.

Obesidad: El sedentarismo es causal de la obesidad. ¿Por qué? Porque con poca actividad física nuestro organismo no quema las grasas necesarias para un cuerpo saludable. Al mismo tiempo, la obesidad potencia el riesgo de contraer problemas al corazón, presión arterial alta,  entre otros males.  

Enfermedades coronarias: Sin actividad física la salud del corazón se ve altamente dañada. Esto, ya que el sedentarismo irrumpe de manera negativa en la circulación sanguínea pudiendo causar infartos, trombosis y coágulos arteriales.

Depresión: La actividad física produce endorfinas, que son las llamadas hormonas de la felicidad. Por lo que si tu estilo de vida es sedentario, será muy fácil que estés propenso a desarrollar ansiedad y síntomas de depresión. ¡Evítalos bailando!

Enfermedades metabólicas: No vivas un estilo de vida sedentario. Es urgente tomar conciencia de la importancia de realizar actividad física ya que así evitarás desórdenes metabólicos que puedan terminar en enfermedades como alteración del nivel de tus triglicéridos o aumento de colesterol.

Osteoporosis: Una persona que ha sido activa durante toda su vida tiene menos posibilidades de contraer osteoporosis en su vida adulta. Esto es ya que el deporte permite que los huesos y músculos obtengan más fuerza. Así que ¡Súmate a bailar!