Isabel Allende es dueña de una desbordante imaginación, delicada sensibilidad y un punzante sentido del humor. Dede muy pequeña que era fácil adivinar que su carácter impulsivo y rebelde la llevarían muy lejos, convirtiéndose, no solo en la escritora más leída de habla hispana en el mundo, sino en la protagonista de una agitada vida.

El temprano abandono de su padre biológico marcó fuertemente su personalidad, generando en ella un carácter independiente, contestatario, autosuficiente, que carga secretamente con el vacío de esa carencia.

No solo eso, sino que en el interior de Isabel se esconden dos fuegos que están en constante pugna: Por un lado, el deseo de ser una madre de familia, capaz de darlo todo por los suyos; por otro lado, una pasión desbordante por vivir la vida con intensidad y dar cauce a aquellas pulsiones que habitan dentro suyo, sin medir las consecuencias.