Es la mujer sexy del pueblo y dueña de la fuente de soda donde todos los lugareños van a pasar su tiempo. Coqueta, atractiva y simpática, lleva años pololeando con Lincoyán y sólo espera transformarse en su flamante señora. Pero el optimismo y alegría que Jackie derrocha a borbotones cederá paso a un pesimismo que se instalará en su vida desde el minuto que Camila Pérez de Castro llega a vivir al fundo donde trabaja Lincoyán. 

Frases típicas: “Pongámosle Wendy”. “Hace falta glamour aquí”. “Papá, ¿cuándo ha encontrado usted que un pololo mío es para mí?”. “Me pincho al mino más rico del pueblo”.