Gustavo es un tipo carismático que viste jeans y chaquetas de vestir sofisticadas. Siempre sonriente, le gusta saludar a todo el mundo: al jardinero, al guardia, al repartidor, intentando generar una ilusión de igualdad que esconde un secreto tono paternalista. Con una gran autoestima, este vecino de Maricarmen se considera guapo, aunque en efecto lo es, y con esa conciencia se planta en la vida y se pavonea como tal. 

Desde la separación de Maricarmen, Gustavo ha intentando acercarse a ella sin mucho éxito, ya que ella aún no da la vuelta a la página en su vida amorosa, pero poco a poco las cosas han comenzado a cambiar y ha visto cómo la ex mujer de Fernando le ha ido dando un espacio en su historia.