Sofía tiene cinco años y es una niña muy sensible, regalona y cariñosa. Por su corta edad no entiende muy bien lo que significa la separación de sus padres. A pesar de que han pasado dos años, Fernando no ha contribuido a que Sofía se adapte a un régimen de visitas razonable.

Motivado por la culpa, Fernando la ha acostumbrado a satisfacer prácticamente todas sus demandas de cariño y atención. Por esta razón a esta pequeña de profundos ojos verdes no le gusta nada la llegada de su nueva hermanita, le da mucho miedo dejar de ser la “pequeña regalona” de su padre.