Tiene sólo cinco años, pero tiene más “calle” que muchos niños de su edad. Su infancia no ha sido fácil: hijo de Karina, sus primeros años de vida han sido difíciles y se ha pasado una buena parte de ellos en casa de sus vecinos, para que su madre pudiese salir a trabajar y mantenerlo. Fanático del fútbol, por ser algo solitario, los jugadores se han convertido en sus ídolos y mejores amigos. Tiene a Rogelio, un oso regalón que lo acompaña a todas partes y que guarda todos sus miedos. Por eso lo abraza fuerte cada vez que las cosas no salen bien.

Cuando su madre decide dejarlo de un momento a otro en casa de Ignacio Moreno, con quien tuvo una relación hace años, Yoni pierde la que hasta ahora ha sido su única familia y debe adaptarse a una nueva vida lleno de más temores.