Actualmente en Chile no existe una ley que regule la prostitución. Está tolerada, siempre y cuando sea de manera consentida y no estén implicados menores de edad. La única norma que fija el Ministerio de Salud es la prohibición de la existencia/funcionamiento de los burdeles a lo largo del país. Además, según el artículo sanitario, los trabajadores sexuales deben tener un carnet sanitario.

Esta situación varia a lo largo del mundo. Hay varios países en los cuales la prostitución está permitida -por no estar regulada del todo- pero prohíbe la existencia de proxenetas que obtengan ganancias a partir de las relaciones sexuales de otros. República Dominicana, Brasil, Colombia y la lista sigue. En Europa, los más emblemáticos son Bélgica, Portugal, Italia y España. De este último, Madrid, Barcelona e Ibiza son los lugares donde se concentran los barrios rojos del sector.

También hay países en los que es 100% legal y está regularizado, por ejemplo, Holanda y Alemania. En este último, la prostitución se reglamentó en el año 2002 y actualmente pagan impuestos. El Pascha, es el mejor caso que gráfica esto: es el burdel más grande de Europa y está ubicado en Colonia. Cuenta con una superficie de nueve mil metros cuadrados distribuidos en 12 pisos, donde asisten alrededor de mil clientes al día.

Caso contrario es el de Francia, Irlanda, Noruega y Suecia donde la prostitución es ilegal y se castiga con multas de hasta 1500 euros, que equivalen a un millón 145 mil pesos chilenos. En Francia, la prostitución está prohibida desde 2016, mismo año en que la ONG “Mouvement du Nid” creó la campaña Girls of Paradise, que consistía en sitio falso que buscaba concientizar la población sobre las consecuencias que puede tener el comercio sexual. Para esto, el portal publicó fotografías de mujeres asesinadas por clientes en los últimos años. Cabe destacar que Rumanía, Lituania y Croacia van por el mismo camino, pero se pena la oferta del comercio sexual y no la demanda del mismo.