El segundo de los hermanos Santa Cruz, Claudio, es un tipo orgulloso aunque lleno de envidias. Desde su infancia, arrastra una sórdida lucha de poder con Luciano cuyo origen fueron las preferencias de su padre Bernardo hacia su primogénito. Eso lo hizo crecer con un gran resentimiento, ya que siempre se sintió mirado en menos e ignorado en su entorno familiar. A los 29 años se casó con Gloria, una hermosa mujer sin demasiadas pretensiones con la que tuvo un breve romance que terminó con ella embarazada y casados ante la reprobación de su madre. Hace algún tiempo se convirtió en amante de Josefina, la novia de su hermano, a quien conoció mucho antes que Luciano la frecuentara.