Augusta Montero es una fiel representante de su generación: clasista a más no poder. No existen medias tintas, si alguien no tiene apellido para ella no es nadie aunque le sobre la plata. Muy mal criada por su padre Lamberto, de su madre aprendió las reglas para sobrevivir siendo mujer en Villa Ruiseñor.

Es la mejor amiga de María Elsa, a quien adora y respeta, al menos hasta descubrir la relación que tiene con Camilo Corcuera.