Para muchos adultos mayores, el pago de las contribuciones significa un dolor de cabeza tremendo, y es que su carga tributaria no se ajusta a la realidad económica.
Esta es la situación de María Cristina Silva, vecina de Vitacura, quien a sus 85 años recibe una pensión de $339.134, muy por debajo de los $443.242 que tiene como obligación pagar cada tres meses por este impuesto territorial.
Si bien quienes pertenecen a la tercera edad y tienen ingresos bajos pueden acceder a una exención total o parcial de las contribuciones, la vivienda no debe superar los $215.857.004 en avalúo. Sin embargo, en el caso de María Cristina, su hogar está tasado en $236.620.181.
El drama de adulta mayor con el pago de contribuciones
En conversación con Mucho Gusto, la mujer aseguró que ha debido realizar verdaderos malabares financieros para cumplir con la obligación tributaria.
"Debía como 3 o 4 contribuciones y pedí un préstamo en la caja (de compensación) hace 2 años, que todavía lo estoy pagando. Mi jubilación era de $400 mil y me quedó en $330.000", comentó la adulta mayor, agregando que tiene otro préstamo que debió solicitar para reparar su casa, cuyo monto mensual asciende a $240.000.
Las contribuciones las paga a tres cuotas con una tarjeta de crédito, pero asegura que cuando terminaba la última, debía nuevamente utilizar el producto bancario para el siguiente pago del impuesto.
"Uno no halla qué hacer, a mi edad ya no sé qué hacer para poder sobrevivir", manifestó con angustia María Cristina, añadiendo que desde que enviudó hace 20 años, no ha podido restaurar su vivienda, algo que la desola.
"Era linda mi casa antes, pero ahora está tan fea que me da pena, justamente me da pena ver mi casa tan deteriorada, pero no hay los medios para arreglarla, no los tengo", sostuvo.