Juvenal, uno de los empleados de los Santa Cruz, es un hombre sencillo y bonachón, buen conversador y “dicharachero”. Casado hace 29 años con Yolanda, Juvenal sueña con algún día tener un golpe de suerte y ganarse el Kino para así escaparse con su mujer y dar una vuelta por el mundo. Se siente joven y energético, y pese a sus ínfulas de gran seductor, Juvenal se declara un hombre chapado a la antigua, un romántico muy respetuoso del género femenino. Por su mujer, Juvenal está dispuesto a cualquier cosa si ella se lo pide. Aunque se presenta como el mayordomo de los Santa Cruz, en el fondo es un “mentolátum” que realiza todas las labores manuales de la casa: es chofer, limpia piscinas, maestro gáster y técnico electrónico, aunque siempre deja las cosas peor de lo que están.