Náuseas repentinas la hicieron vomitar en el baño y la noche anterior sintió un mareo mientras discutía con Omar (César Sepúlveda) en su departamento. Estos dos hechos consecutivos la hicieron sacar cuentas.
Calendario en mano, contó los días desde el último encuentro romántico con su amante y sosteniendo su cabeza con las manos, se lamentó: "No, no puede ser. Ay, Dios mío, pero ¿cómo?".