"Muy sencillo y humano": Familia recuerda llamada del papa Francisco a su hijo sacerdote enfermo de cáncer
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El 4 de junio del 2016 es un día que Gustavo Rencoret y María Isabel Mujica no olvidarán nunca. Cuando se disponían a salir de casa, el teléfono familiar sonó y del otro lado una suave y amable voz fue posible escuchar: era el papa Francisco.
Inesperada llamada que el matrimonio recordó este lunes en Mucho Gusto, en medio de la conmoción que causó la confirmación de la muerte del santo padre, la madrugada de este lunes a los 88 años.
El contacto telefónico con Francisco no fue casualidad, puesto que iba dirigido hacia su hijo, Francisco Recoret, joven sacerdote chileno de 35 años que tenía cáncer con metástasis pulmonar.
Según relató Gustavo, su hijo estaba realizando un doctorado de Derecho Canónico en Roma, cuando enfermó con un sarcoma que fue muy agresivo y que, en 4 meses, "terminó con su vida terrenal".
El especial regalo que llegó al corazón del papa Francisco
Pero antes que todo esto sucediera, Francisco tuvo la oportunidad de conocer en persona al papa gracias al monseñor Ricardo Ezzati. Sin embargo, aquel encuentro fue especial para ambos.
Cuando partió a Roma, el joven se esmeró por llevarle un especial presente a Francisco, fue en eso que "encontró una foto de los padres del papa en el día de su matrimonio y le pidió a su mejor amigo, Sergio Zamorano, un dibujo".
Fue así que cuando tuvo a su santidad frente a frente, le entregó el retrato. La reacción de Francisco fue la que cualquier terrenal tendría. "Se emocionó, le dijo '¿de dónde sacaste esto?'. Tocó su corazón", expresó Gustavo.
El vínculo entre el sacerdote chileno y el sumo pontífice fue fuerte, al punto que incluso lo invitó un 18 de septiembre a la embajada de nuestro país en el Vaticano, donde conoció a la embajadora Mónica Jiménez.
De acuerdo a María Isabel, la diplomática fue quien posteriormente alertó a Francisco del grave estado de salud del joven chileno.
Con esto en cuenta, "El papa Francisco nos llamó cuando íbamos saliendo a almorzar afuera. Mi señora levanta el teléfono y creyó que era un amigo sacerdote de España, el padre Arturo Otero". Sin embargo, del otro lado estaba la máxima autoridad de la Iglesia católica.
Rencoret señaló que "como sabíamos que era una persona sencilla y tan próxima", no dudaron en creer que se trataba del santo padre.
Su hijo y el papa Francisco mantuvieron una larga conversación, de la cual también fue parte Gustavo. "Fue muy emocionante. Creo que este llamado que nos hizo lo retrata de cuerpo entero: una persona próxima, compasiva, empático, muy cercano, sencillo y humano".
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