"Aún sueño con mi familia": La íntima reflexión de Álvaro Ballero a cuatro meses de su separación
Por medio de su cuenta de Instagram, Álvaro Ballero realizó una sentida reflexión a cuatro meses de anunciar su quiebre matrimonial con Ludmila Ksenofontova.
El relato del exchico reality comenzó contando que había celebrado el cumpleaños de una de sus hijas: "Ahora en casa, una casa que no es mía, donde he sido bienvenido, pero saben estos últimos meses lo mejor que me describe es la incomodidad, esa sensación de no ser parte de nada, de estar en lugares que nunca pensaste estar, donde no puedes andar en calzoncillos tranquilo, pero donde te esperan con los brazos abiertos".
Tras lo anterior, el comunicador contó cómo se ha sentido desde su separación: "Todo estos meses son como una montaña rusa, a veces arriba, otras en la profundidad más oscura, a veces pocas risas, otras llorando a moco tendido, muchas noches desvelado con la cabeza a mil, otras esperanzado que todo será mejor".
Las palabras de Álvaro Ballero
Otros de los tópicos que tocó Álvaro Ballero fue la terapia psicológica y de lo que se ha dado cuenta realizándola: "Me ha costado, claro que me ha costado, no sabía dónde había topado fondo, la verdad, no sabía que había topado fondo, pero la maldita vida me lo escupió en la cara, NO eres buen padre, menos un buen marido, y todo explotó, en silencio con dolor, pero explotó en mi cara y no sabía qué hacer".
También, el animador comentó que ha tenido la oportunidad de rehacer su vida, pero que aún no está preparado: "En medio de todo el caos y mi orgullo disminuido, han aparecido muchas mujeres que abiertamente han tratado de conquistarme, desde Instagram hasta LinkedIn, pero no, no soy nadie hoy para buscar un amorío de medianoche, mi ego no da para relaciones, no me siento capaz de volver a amar a alguien, recién estoy buscando los cientos de pedazos del corazón que me rompieron, y no hablar del pegamento, no está… Han aparecido ex, reinas y doncellas, pero este príncipe se siente un vagabundo imposible de conquistar".
Finalmente, confesó que aún tiene esperanzas de rearmar su núcleo familiar: "Aún sueño con mi familia, a diario, aún uso la argolla, aunque no tenga sentido, pero así soy yo, alguien que sin sentido siempre encontró lo que quería, pero hoy estoy lejos de esa meta, estoy en ese rincón donde la oscuridad atormenta y el calor apacigua, no me saquen de aquí, hasta que toda esta tormenta pase. ¿Cuándo? No sé, ni quiero saberlo".
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