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"Escuchamos gritos y fuertes ruidos": La declaración de arrendatarios imputados en triple crimen en La Reina

  • Por Sebastián Paillafil

Nuevos antecedentes se dan a conocer en torno al triple homicidio ocurrido en la comuna de La Reina, donde Eduardo Cruz-Coke y sus dos hijos gemelos, ambos de 17 años, fueron asesinados al interior de su domicilio.

Se trata del testimonio de dos arrendatarios, un hombre y una mujer, que viven en el mismo terreno donde ocurrió el crimen, quienes también se encuentra como imputados, sumándose a Jorge Ugalde Parraguez y Trinidad Cruz-Coke, cuñado y hermana de la víctima, respectivamente.

La declaración de arrendatarios imputados por crimen de Eduardo Cruz-Coke y sus hijos

En su declaración a la policía, el hombre dijo: "Con Helena nos levantamos temprano, ya que saldríamos a hacer trekking al parque Mahuida a las 8:43 horas. Llamé a mi vecino Eduardo para que moviera su automóvil de la propiedad que compartimos, para así poder sacar mi automóvil marca MG color rojo. Me comuniqué con él y concurrió a mover el automóvil, siendo la última vez que vi a Eduardo".

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"Estuvimos en el parque como hasta las 13 horas, y luego nos fuimos a almorzar a una cafetería, luego de la cual retornamos a casa alrededor de las 14 a 14:30 horas. Cuando llegamos a casa, todo estaba normal", añadió.

Apuntó que a eso de las 15 horas, "mientras estábamos acostados con Helena intentando dormir siesta, escuchamos gritos del exterior, de una mujer adulta que gritó 'Eduardo'. Lo gritó alrededor de 3 veces, pero el primer grito fue el más intenso y luego fue bajando el volumen. Luego de eso, inmediatamente escuché fuertes ruidos de golpes, como que a algo le estaban pegando, no sé qué, y también un ruido que yo asocié como al cierre de la maleta de un auto".

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Su pareja coincidió con el relato, asegurándole a la policía que el primer grito "fue muy intenso y algo prolongado", y que luego se escuchó una frase que no fue capaz de distinguir, pero que asoció a un ratón.

"Luego de unos segundos, se escuchó otro grito que decía ‘Eduardo’, pero esta vez en un tono un poco más bajo. Esta voz se sintió como la de una mujer adulta o mayor. Luego de los gritos, sentimos unos 5 o 6 golpes con algún elemento, fueron seguidos y que se sentían muy fuertes, lo que asocié a que estaban matando a un ratón. Finalizando los golpes, no se sintieron más ruidos", remató.

Este artículo informa un proceso judicial en curso, por lo que los involucrados no deben ser considerados culpables hasta que la justicia lo determine.

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